Capitulo Diecinueve

Hola Anabelle creíste que no iba  a volver, te equivocaste aquí estoy para estar contigo otra ves, ¿no te alegras ?, porque yo si, es que no he podido olvidarme de ti; y como hacerlo, como olvidar esa piel tan dulce y suave, sobre todo no me puedo sacar de la cabeza ese hermoso cuerpo tuyo, mis manos deslizándose por tu piel, tu aroma tu, toda tu eres preciosa - me decía ese hombre seguido de unas largas y tenebrosas carcajadas que me hacían temblar del miedo

- No déjame en paz - grite sentándome de golpe en la cama, bañada en sudor y con la cara empapada de lagrimas, mire toda mi oscura habitación y estaba completamente sola, en parte me tranquilizo estar sola, tan solo había sido una pesadilla, pero pensar en que el podía venir, me dieron escalofríos  empece a temblar y de un momento a otro la puerta de la habitación se abrió y un grito salio de mi boca.
- Tranquila Ana soy yo ¿ que te pasa? ¿ estas bien ? - Me dijo mi hermano pero yo era incapaz de responder, ninguna palabra salia de mi boca, Arthur se veía preocupado y salio de mi cuarto pero en menos de dos minutos volvió con un vaso de agua en sus manos, me ayudo a beberlo y después  volvió hablarme
- Ya estas Bien ¿ cuéntame que te paso ? ¿ fue una pesadilla? - asentí con la cabeza y me lance en sus brazos sin parar de llorar
- No llores, solo fue una pesadilla, todo va estar bien - me dijo mi hermano, mientras acariciaba mi espalda, me separe de el y me quede mirándolo
- El va volver, me quiere lastimar, quiere volver hacerme daño - le dije a Arthur con la voz temblorosa y los ojos llenos de lagrimas
- No, fue solo una pesadilla, ese hombre no te volverá  tocar, te lo prometo, ni James ni yo lo permitiremos - me dijo agarrándome de los hombros y clavándome su mirada
- Tengo miedo no me dejes sola - le rogué  no me sentía para nada segura en esta habitación creía que en cualquier momento ese hombre aparecería y  me haría daño
- Tranquila duerme, yo estaré aquí a tu lado - me dijo Arthur, el se acomodo en mi cama y yo me acurruque a su lado.


Pase una noche terrible, las pesadillas no cesaban, cada dos horas me despertaba gritando y llorando en cantidades, Arthur como ya me había dicho se quedo a mi lado y cada vez que me despertaba gritando y llorando  me consolaba y me hacia dormir como a una bebe.

***

Dieron las seis de la mañana , me levante para ir al instituto aunque no tuviera muchos ánimos  con las pocas fuerzas que tenia me duche con agua fría, después me vestí con una falda y una blusa fucsia de tirantes, baje pero no desayune, mis padres se preocuparon un poco pero los tranquilice diciendo que había tenido una mala noche y aunque era verdad no les dije cual fue la razón de mi insomnio. Espere a que Arthur desayunara y salimos junto a Karen rumbo al instituto cosa que me sorprendió pero no dije nada ya que quería tener una mañana tranquila, el transcurso hacia el instituto fue muy tranquilo ninguno de los tres dijo alguna palabra, llegamos y cada uno se dirijio a sus respectivas clases. En el camino hacia mi salón varios chicos me saludaron, trate de corresponderles con una que otra sonrisa forzada, no tenía ánimos de nada, tan solo quería dormir y no tener esas horribles pesadillas con ese detestable personaje.

Llegue al salón y me senté en mi habitual lugar, el profesor ni James habían llegado, me recosté en mi pupitre y cerré los ojos esperando a que llegara el profesor, minutos después alguien toco mi hombro  me levante sobresaltada y vi que se trataba de James, el me sonrió pero apenas vio mi cara quito su sonrisa, corrió su pupitre y se sentó a mi lado.

- ¿Que te pasa?, no te ves muy bien - me pregunto James preocupado

- No, tranquilo solo fue una mala noche, nada de que preocuparse - le respondí pero eso no pareció tranquilizarlo

- Pero... - no dijo nada mas y me saco del salón

- ¿Que pasa? ¿por me sacas así ? - le pregunte aunque ya sabia lo que venia ahora 

- Quiero que me digas la verdad, ¿que te paso? - volvió a insistir, pero yo no quería preocuparle con tonterías

- No es nada, enserio - Le volví a decir pero como es obvio no me creyó 

- No te creo, tienes aspecto como si hubieras llorado toda la noche, cuéntame confía en mi para eso somos novios ¿No? - me dijo, y claro el tenia razón, pero lo único que yo quería era no preocuparle,  no me quedo mas remedio que decirle todo

- Tengo miedo - le dije después de contarle las horribles pesadillas que había tenido 

- No te preocupes, solo fueron pesadillas, yo estoy contigo y nada malo te va a pasar, te lo prometo, ese desgraciado ni nadie te va volver a lastimar - me aseguro James, y no me gustaba para nada su mirada, estaba muy furioso, lo abrace muy fuerte para tranquilizarlo , en ese momento paso Melissa sola cosa rara ya que siempre anda "escoltada" con una estúpida sonrisa en su cara, sin embargo no le di mucha importancia y cerré los ojos aun abrazada a James, a los pocos minutos escuche que alguien se aclaraba la garganta, abrí mis ojos y me separe de James

- Es hora de estar en el salón, no de estar dando espectáculos en los pasillos - nos dijo el maestro de economía 

- Lo siento maestro es que no me sentía muy bien, entonces James me acompaño a tomar un poco de aire - le respondí al maestro aunque un abrazo no tenia nada de malo, o bueno eso pensaba yo

- Ya veo pero que no se vuelva a repetir, esas muestras de cariño no son permitidas en este lugar, ademas una jovencita se quejo conmigo por su actos, ustedes son el ejemplo del instituto, el grado superior, que no se vuelva a repetir o tendré que llevarlos a rectoria - nos dio un largo y aburrido sermón

- No se volverá a repetir - le dijo James, y claro quien mas pudo haber sido esa jovencita, pues la entrometida de Melissa, es que no se cansa de molestarnos  de razón paso con esa sonrisa en su cara, aunque no creí que hiciera esa estupidez quejarse como una niña pequeña que bajo cayo esta vez

- Y que esperan entren - nos dijo el profesor, entramos seguidos de el y nos sentamos en nuestros pupitres.

La clase estaba super aburrida y sobre todo yo con mi mente dispersa pensando en esa pesadilla y en ese detestable hombre, todo esto me ponía de muy mal humor y a la ves me llenaban de miedo, no resistí mas y pedí permiso  para ir al baño me sentía ahogada en ese salón  mire a James antes de salir, en su mirada se notaba la preocupación trate de tranquilizarlo con una sonrisa y salí hacia el baño, me observe en el espejo y tenia un aspecto espantoso, estaba pálida  esta mañana no me maquille me sentía tan desganada que se me olvido, saque la cosmetiquera de mi bolso, me aplique polvos, rubor y un poco de brillo labial, por lo menos el maquillaje cubrió las enormes ojeras causadas por el llanto y la desvelada, respire profundo y me dispuse a salir del baño, pero antes de eso entro Melissa, trate de evitarla pero no pude, ella insistió en molestarme.

- ¿Que pasa? por que huyes a acaso me tienes miedo - me pregunto levantando una ceja
- ¡Perdón! yo a ti nunca te tendría miedo, no estas al nivel de las cosas que les tengo miedo, al contrario me das lastima - Le respondí, para nada me iba dejar humillar por ella
- Ok como digas pero sabes que, cuida tus miedos porque podrían volverse realidad - me quede extrañada con esas palabras pero les reste importancia nada que viniera de ella me podría afectar
- Mira Melissa porque no te metes en tus asuntos, porque poner quejas como una niña chiquita no te parece caer muy bajo - le pregunte, ella rió cinicamente
- Veo que te enteraste que fui yo, es que dar esas escenas !iuugg¡ no te da pena - me dijo sonriendo
- Para nada me da vergüenza  al contrario, abrazar a James para mi es sensacional, igual es mi novio y el me abraza y me besa cuando se le antoja - Le respondí,  su cara  cambio de cinismo a enfado, se le notaban los celos a flor de piel
- Ok, pero acuérdate que dije que me iba  a vengar de ti y lo voy hacer, te voy a humillar de la misma forma que tu lo hiciste conmigo o bueno va hacer peor, no vas a querer salir de tu horrible cuarto - me amenazo
- Haz lo que quieras no te  tengo miedo - le dije muy segura
- Como tu digas cariño, pero recuerda que las paredes tienen oídos así que cuídate - me dijo  guiñando un ojo y entro al sanitario, me tenia harta con sus amenazas sin embargo de ahora en adelante tendré mucho  mas cuidado cuando hable de mis cosas, sobre todo de ese tema que por nada del mundo puede caer en oídos equivocados, me tense un poco al pensar que alguien o mejor dicho Melissa se enterara de mi secreto, pero me tranquilice es imposible que se de cuenta yo he sido demasiado cuidadosa.

***

Llegue al salón y me regañaron por demorarme tanto, no me importo de igual manera no quería estar en esa clase y por lo visto ninguno de mis compañeros, sus caras largas lo decían.  Sonreí y voltee a ver a James que también sonreía, me iba a sentar y justo en ese momento sonó el timbre de cambio de hora, wow si me demore en el baño y todo por culpa de la odiosa de Melissa, sacudí mi cabeza porque siempre tenia que pensar en cosas feas, de la nada me salio una sonrisa y no me di cuenta en que momento James estaba junto a mi rodeándome con sus brazos, me di la vuelta y le di un beso corto en los labios, el se quedo mirándome fijamente y los dos sonreímos al mismo tiempo.

- Creo que viniste mas sonriente del baño, cuéntame ¿que paso allá afuera? - me dijo James muy cerca de mi oído haciéndome erizar

- Nada interesante, de hecho me encontré a Melissa y cruzamos algunas palabras - le respondí y el frunció el seño

- Te hizo algo - me pregunto molesto

- No, trato de asustarme con otra de sus amenazas pero no lo consiguió - le respondí

- Y esta vez como te amenazo - me pregunto 

- Lo mismo de la otra vez que me iba a humillar y no se que cosas mas - le dije rodando los ojos y sonriendo

- Me encanta verte así sonriendo y feliz - me dijo James dándome varios besos cortos en los labios que por poco y el maestro de historia nos ve

Pasaron el resto de las materias y mi animo aumento un 50 % gracias a James  que se encargo de hacerme reír y aunque nos llamaron la atención un par de veces no me importo con tal ya ni se cuantas veces me han regañado hoy ademas ya no tenia en mi cabeza todas esas horribles pesadillas. James las chicas Andres y yo  nos juntamos para almorzar, la estábamos pasando muy bien, estos dos chicos nos hacían  reír demasiado, es que tenían tanto en común aunque obvio para mi James es único  sino fuera por las miradas que me lanzaban Melissa y sus amigas mi almuerzo seria perfecto

- Hey amor no les pongas cuidado, solo quieren fastidiarte - me dijo James al oido

- Te quiero tanto tu siempre te das cuenta de lo que me pasa - le dije y el me beso no pude evitar mirar a Melissa y por supuesto se estaba muriendo de los celos

Termino el almuerzo y salí junto a James después de despedirnos de nuestros amigos a pasar la tarde juntos como ya era costumbre desde que nos conocemos.