21 de agosto de 2013

- Capitulo veinticinco -


Apenas cruce la puerta se me partió el corazón James estaba sentado en mi cama con la mirada perdida y los ojos llenos de lagrimas, no aguante verlo así de triste me lance a sus brazos y lo abrace lo mas fuerte que pude, el no dijo nada solo escondió su cabeza en mi pecho y lloro desconsoladamente como nunca lo había hecho, paso un largo rato para que el se calmara, se aparto de mi, limpio sus lagrimas y después puso sus hermosos ojos sobre mi
- Perdóname por todo esto - me dijo con su voz ronca de  tanto llorar
- No pidas perdón desahogarte es todo lo que necesitas y para eso estoy yo - le dije sonriendo
- Gracias Ana, es que me siento terrible no se como he vivido tanto tiempo al lado de alguien que no conozco y me duele aun mas saber que el es el causante de tu sufrimiento - me dijo muy dolido
- Amor ya no te des mas golpes de pecho entiéndelo tu no eres el culpable  tu no sabias lo miserable que es ese sujeto ademas es tu padre era tu obligación vivir junto a el - le explique 
- Si tienes razón - me dijo con una medio sonrisa
- Mejor descansemos hoy no fue el mejor día de todos y estoy agotada - le dije
- Y a rus hermanos no les molesta que me quede aquí - me pregunto haciendo una mueca
- No tranquilo ellos están agradecidos contigo por todo lo que haz echo por mi y entienden perfectamente que tu no tienes la culpa de nada - le explique para que se sintiera mas cómodo y dejara de sentir tantas culpas

Agarre una pijama y entre al baño a cambiarme mientras James se cambiaba con algo de ropa que le presto mi hermano, nos acomodamos en mi cama hasta que poco a poco el sueño nos venció.
***


Me levante muy temprano James aun seguía durmiendo, me quede observándolo por unos segundos y le di un beso en su mejilla, como ya no tenia sueño me levante, busque algo de ropa y entre al baño para darme una relajante ducha, me vestí  cepille mis dientes y salí del baño, james aun seguía dormido y me gustaba verlo  así de relajado, no como anoche tan triste, salí de mi cuarto a preparar el desayuno, mis hermanos también seguían durmiendo y mis padres aun no llegaban, eso me tranquilizo no quería que me bombardearan de preguntas al ver mi labio roto y los golpes en mi cara.


Prepare unos huevos revueltos con jamón y una jarra de jugo de naranja, lo organice todo en una bandeja y justo cuando iba a dar la vuelta alguien me tomo por la cintura, no tuve que mirarlo para darme cuenta de quien se trataba , su agradable aroma me invadió por completo, solté la bandeja y me gire sin soltarme de sus brazos, esos brazos que me llenaban de paz y tranquilidad

- Buenos días amor - le dije dándole un corto beso en los labios
- Buenos días ¿como te sientes? - me pregunto mirándome los golpes y acariciando mi mejilla
- No te preocupes se ve peor de lo que es, ya no me duele - le respondí
- Lo siento - me susurro
- Ya hablamos de eso no es tu culpa - le repetí por quien sabe ya cuantas veces
- Si pero lo siento - me volvió a insistir, tan solo le sonreí  para dejar el tema atrás
- Vamos a desayunar - le dije señalando la bandeja, el asintió y nos sentamos en el comedor a los pocos minutos Karen Y Arthur se nos unieron y terminamos platicando de temas triviales olvidando por completo la situación que se avecinaría horas mas tarde.

la puerta principal de la casa fue abierta provocando que mi corazón se aceleraba y que todos los de la mesa se tensaran

- Buenos días - dijeron mis padres extrañados al vernos en la casa en vez de estar estudiando y con semejantes caras, yo voltee el rostro para que no me vieran
- Hola papa y mama, siéntense necesitamos hablar con ustedes  - dijo Arthur en tono serio, ellos se preocuparon aun mas y le hicieron caso a mi hermano
- Los escuchamos - dijo papa, los chicos me voltearon a ver, a si que no me quedo mas remedio mas remedio que dar la cara y apenas me gire los rostros de mis padres se desfiguraron.

- Por dios Anabelle que te paso - dijo mi madre horrorizada  mi padre volteo a ver a James y el agacho la mirada, de mi boca no salia ninguna palabra, me encontraba en pánico no sabia por donde  empezar
- Quieres que yo les cuente - me dijo Arthur pero me negué
- No Yo les diré  pero les pido por favor que me perdonen por haberles ocultado esto - les dije
- Ana habla de una vez - dijo mi padre alzando un poco la voz, asentí y empece a relatarles la historia que inicio años atrás y que ayer se volvió a revivir, varias lagrimas resbalaron por mi rostro mientras les contaba a mis padres, James me tenia agarrada la mano y la apretaba con fuerza, mi madre y karen estaban a punto de derrumbarse y mi padre apretaba los puños con fuerza y mantenía la mirada fija en mi, mi hermano parecía el mas tranquilo pero yo lo conozco muy bien por dentro estaba destrozado 
- ... y ayer a través del encuentro con este hombre logramos que la policía lo tenga detenido pero  aun no se sabe que va pasar con el, tenemos que presentarnos hoy a la una de la tarde en el juzgado - termine de contarles ya mucho mas calmada
- Como es posible que haya pasado todo esto y no nos diéramos cuenta - dijo mi padre furioso
- Lo siento tanto papa, yo tenia mucho miedo y no me atreví a contarles - le conteste con la voz rota
-mi niña mi pobre niña, yo debí cuidarte mas, todo es mi culpa - dijo mi madre llorando
- Porque maldito desgraciado lo voy a matar, como pudo hacerle esto a mi hija, lo voy a matar a penas lo vea - grito mi padre y tiro una porcelana que había en la mesa
- Tranquilízate papa, el va pagar por todo lo que hizo - le dijo mi hermano tomándolo por los hombros
- Tu no entiendes fue a mi hija a quien la deshonraron de una sucia manera, la hizo sufrir y yo no pude hacer nada, no la supe cuidar soy un mal padre - dijo mi padre estallando en llanto
- No Papa, tu eres el mejor padre del mundo no te culpes, tu no sabias que eso iba a pasar nadie lo sabia - le dije y lo abrace, el me apretó muy fuerte entre sus brazos a los segundos mis hermanos y mama también se unieron a nuestro abrazo, no se cuanto duramos así, pero cuando deshicimos el abrazo James ya no estaba, lo busque por toda la casa pero no lo encontré.

- Tranquila Ana, debió haber ido a cambiarse - me dijo Arthur al ver mi desesperación
- ¿Sera? pero porque no se despidió - le pregunte
- Quizás no quería interrumpir, pero tranquila de seguro llega al juzgado - me respondió el
- Si tienes razón me voy a cambiar y ya bajo para que nos vayamos - le dije y el asintió

Subo a mi habitación y el aroma de James se encontraba esparcido por todo el cuarto una sonrisa tonta se dibujo en mi cara, empece a buscar la ropa adecuada para ir a ese lugar, me encontraba feliz a pesar de todo hoy por fin se acaban mis días tristes, podre volver a vivir en paz sabiendo que ese hombre estará tras las rejas y jamas  volverá hacerme daño, ni a mi ni a James, me vestí con lo que había elegido y baje para salir junto mis padres y hermanos hacia el juzgado, estaba algo nerviosa no sabia que iba a pasar en ese encuentro mi padre estaba muy furioso y no se si pueda contenerse al ver a ese hombre, el recorrido fue muy silencioso todos estábamos muy dispersos en algún lugar de nuestros pensamientos, yo no podía dejar de pensar en James, esto debe de ser  muy difícil para el, es a su padre a quien van a encerrar en la cárcel a quien sabe cuantos años  y aunque el no lo demuestre se nota que le hace mucho daño.

Llegamos al juzgado y nos hicieron pasar a donde se encontraba ese hombre, pero James no estaba, me decepcione al no encontrarlo en este momento es donde mas lo necesito pero también lo entiendo quizás no quiera ver como encierran a su padre.
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1 comentario:

  1. tengo miedo de que va a suceder porque no tiene pinta de no ser nada bueno

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